Publicado por la psicóloga Carmen Alonso el día 30 de Junio de 2021

Redes sociales y parejas: ¿cómo influyen?


 

La revolución tecnológica y las redes sociales han transformado enormemente la forma en que nos comunicamos. Desde que se extendió el uso de plataformas como WhatsApp, hemos modificado no solo la forma que tenemos de interactuar con los demás, sino también la periodicidad con que lo hacemos. Con solo un click, podemos enviar un mensaje a cualquier parte del mundo y de forma instantánea. Las redes sociales tienen multitud de ventajas comunicativas pero, mal empleadas, también presentan aspectos negativos. Por eso, en la actualidad redes sociales y parejas están muy vinculadas pero, en muchos casos pueden ser desencadenantes de conflictos en la relación.

 

Influencia de las redes sociales en las relaciones de pareja

Las redes sociales ya forman parte de nuestras vidas hasta tal punto que incluso resulta complicado imaginarnos sin ellas. Gracias a internet tenemos la posibilidad de comunicarnos con multitud de personas a nivel mundial. Sin embargo, en muchos casos lo que provoca esta situación es un resultado totalmente opuesto: el distanciamiento con las personas que nos rodean.

Cuando hablamos de relaciones sentimentales, el distanciamiento y los problemas de comunicación pueden verse todavía más agravados. Las parejas y las redes sociales están muy relacionadas y cada vez se producen más conflictos derivados de un mal uso de las plataformas. Y es precisamente en este punto donde entran en juego elementos tan importantes para la relación como son la intimidad, la privacidad, los celos y la desconfianza.

 

Conflictos de pareja por redes sociales

Las redes sociales pueden ser el desencadenante de serios problemas de pareja. Es bastante común que algún miembro de la pareja, o incluso ambos, utilicen estas plataformas como herramientas con las que espiar la vida del otro y así encontrar motivos por los que discutir. Pero este es solo un ejemplo de los múltiples conflictos de pareja por redes sociales.

 

Deterioro de la comunicación

La expansión de plataformas de mensajería instantánea como WhatsApp supuso una enorme transformación en la forma que teníamos de comunicarnos de forma escrita. Pasamos de enviar mensajes sencillos y cortos, a enviar mensajes con un número ilimitado de caracteres. Y esto, que en un principio puede parecer una ventaja, en muchos casos supone una interferencia comunicativa.

Cuanto más simple es un mensaje, menos posibilidades tiene de generar malentendidos. Sin embargo, si el mensaje que transmitimos es complejo, resulta mucho más fácil que llegue distorsionado a su receptor. Y es que no hay que olvidar que a través de la comunicación escrita hay muchas partes importantes del mensaje que se pierden por el camino, como por ejemplo, el tono o la gesticulación. Elementos informativos que pueden cambiar por completo el mensaje que se quiere transmitir a la pareja. 

 

¿Qué podéis hacer?

En primer lugar, ambos debéis ser conscientes que comunicarse a través de mensajes escritos supone una pérdida inevitable de información. Partiendo de ese punto, lo que debéis hacer si creeis que algo está siendo malinterpretado, es preguntar directamente al otro. De esta forma os aseguráis de aclarar una posible confusión, evitando un posterior conflicto.

En cualquier caso, lo recomendable es que la comunicación directa, cara a cara, tenga más peso que la escrita. Especialmente cuando se trata de hablar temas delicados o importantes. 

 

Volcar el peso de la relación en la conducta por redes sociales

La inmediatez de las redes sociales y sus funcionalidades, como la notificación de leído o la última hora de conexión, a priori no deberían suponer ningún problema. Sin embargo, si volcamos todo el peso de la relación en la conducta que nuestra pareja tiene por redes sociales sí pueden suponer un inconveniente.

Hay personas que le otorgan un papel protagonista en la relación. Se vuelven dependientes emocionalmente y si la otra persona no responde los mensajes, esto supone un motivo para pensar que su pareja ya no les quiere. Pero no debemos olvidar que una relación está formada por personas independientes, con vida y ocupaciones propias. Por lo tanto, el hecho de que no conteste de forma inmediata a un mensaje no debería ser motivo para alarmarse

Por otra parte, puede que esa necesidad de respuestas instantáneas venga derivada de la propia conducta. Y es que hay personas que adoptan estrategias de comunicación pasivo-agresiva en las que deciden, intencionadamente, no contestar a la otra persona a modo de llamada de atención en caso de estar en desacuerdo o molestos por algún motivo. De este modo, no resulta extraño que cuando es su pareja la que no contesta, se piense que es por algún problema, en vez de que simplemente puede que esté ocupada.

 

¿Qué podéis hacer?

Si es tu pareja la que utiliza estas estrategias de comunicación pasivo-agresivas, deberíais hablarlo para que modifique esa conducta por otras formas de comunicación más respetuosas. Si por el contrario, eres tú quien utiliza estas técnicas, lo mejor sería que intentaras modificar tu conducta para aprender a comunicar lo que sientes en lugar de ocultarlo hasta que la otra persona se dé cuenta.

Recordad que la frecuencia o inmediatez con la que se responde a los mensajes no es signo de mayor o menor afecto. Cada persona tiene sus propias ocupaciones y su forma de gestionar el tiempo sin que ello deba suponer un problema para el otro miembro de la pareja. Además, en caso de tener algún malentendido, lo mejor es siempre tener la confianza suficiente como para poder hablarlo abiertamente y sin ningún tipo de tapujos.

 

Ocultar a tu pareja en redes sociales o compartirlo absolutamente todo

En cuanto al contenido que publicamos, puede haber dos motivos que supongan problemas. En primer lugar, si tu pareja no te presume en redes sociales en ocasiones puede generar inseguridades. No obstante, debemos recordar que cada uno es responsable de sus propias redes y las gestiona como considera oportuno. Por eso, el hecho de que la otra persona no comparta fotos de ambos no tiene necesariamente por qué suponer una falta de afecto ni mucho menos. No debemos olvidar que este tipo de plataformas suponen una ventana al mundo y que dependiendo del tipo de personalidad que tenga tu pareja, habrá contenido que no quiera que sea de dominio público.

En el lado opuesto, están las parejas que publican todo en redes sociales. A priori, si esto se hace de forma totalmente voluntaria y casual no supone mayor problema. El inconveniente llega cuando esto se hace motivado por un sentimiento de obligación por compartir absolutamente todo lo que nos sucede con nuestra pareja, incluso la forma de estar presente en las redes. Si se da este caso, es muy probable incluso que ambos revisen los perfiles del otro, lo que supone una invasión de la intimidad.

 

¿Qué podéis hacer?

Recordad los primeros meses de relación. En un principio, lo que genera ganas de conocer a la otra persona es esa parte nueva y desconocida que representa la otra persona. Por eso, una buena forma de mantener una relación estable y sin caer en la monotonía, es respetar el espacio de la otra persona. Si cada uno tiene su propia independencia esto será un aliciente para que ambos sigáis teniendo interés por compartir y aprender cosas nuevas del otro, enriqueciendo así la relación.

 

Dedicar demasiado tiempo a las redes sociales

En último lugar, otro de los problemas que suponen las redes sociales en las relaciones de pareja es que uno de los miembros, o ambos, dediquéis demasiado tiempo a mantener vuestros perfiles activos en lugar de disfrutar del tiempo juntos.

 

¿Qué podéis hacer?

Priorizar el tiempo que pasáis juntos en lugar de vuestros propios perfiles en redes. Otorgarle más importancia al tiempo que pasáis en pareja, en lugar de a cómo mostrarlo en internet, hará que os sintáis mucho mejor y, por tanto, que la relación sea mucho más satisfactoria.

Si es tu pareja la que hace un uso excesivo del móvil mientras hacéis planes en pareja, empieza a comunicárselo. Cuando algo te molesta, la mejor forma de solucionar el problema es hablarlo abiertamente y expresar los sentimientos para que la otra persona sea consciente de la situación.

Como acabamos de comprobar, las redes sociales y las relaciones interpersonales están estrechamente vinculadas y pueden suponer múltiples conflictos dentro de la pareja. Por eso debemos aprender a utilizarlas de forma responsable y respetuosa con los demás, evitando que se interpongan en la relación. Seguir los consejos de este post pueden ayudaros a mejorar la situación. Y si no es así, no dudéis en acudir a consulta para tratar de mejorar aquellos aspectos que se interpongan entre la pareja, desarrollando nuevas conductas y estrategias que reduzcan los conflictos.