Dentro de este tipo de trastornos de personalidad se incluyen aquellas personas que se caracterizan por su incapacidad para establecer y mantener relaciones interpersonales; debido a su intensa introversión y a su acusada dificultad para aprender las habilidades sociales más elementales. Se muestran inexpresivos y carentes de sentido del humor.
En este grupo se congregan tres clases de trastornos distintos:
Trastorno Paranoide de la personalidad. Los sujetos que padecen este trastorno manifiestan una suspicacia y desconfianza generalizada que hace que interpreten maliciosamente las intenciones de los demás. Son personas rígidas y con tendencia a ser radicales, y se sienten ofendidas con mucha facilidad por otros individuos. Además son personas rencorosas y pueden ser patológicamente celosas, sospechando de que su pareja les es infiel sin que exista ninguna evidencia que apoye esta creencia.
Trastorno Esquizoide de la personalidad. Estas personas se caracterizan por una profunda carencia de habilidades para relacionarse con los demás, incluso no demuestran tener deseos de intimidad social con otros. Suelen estar por esta razón aislados, sin amigos o personas de su confianza, mostrándose indiferentes a las críticas de los demás hacia ellos.
Trastorno Esquizotipico de la personalidad. Suelen ser individuos supersticiosos o se preocupan por fenómenos paranormales, pueden llegar a sentir que tienen poderes especiales de telepatía y clarividencia. Su afectividad es restringida o inapropiada. Son sujetos recelosos y en ocasiones pueden presentar ideas paranoides.